jueves, 16 de octubre de 2014

Recursos escritores: Cómo evitar el dequeísmo y el queísmo.

 Imagen de la película "El ladrón de palabras" 

El impulso de escribir nace desde dentro, y lo sé bien porque lo padezco, hay una necesidad de contar, de expresar sentimientos, opiniones, historias. Pero hacerlo requiere tener en cuenta unas reglas: las ortográficas y gramaticales. Reconozco que en ciertas ocasiones soy víctima de tales pautas y cometo errores que, en la medida de lo posible, intento subsanar, aunque el autor no es buen juez de sus obras, no posee la distancia del lector. Sin embargo, hay ciertos "trucos" que ayudan a minimizar algunos de esos "lapsus" que a veces se nos escapan, por nombrar un par de ellos, y de los cuales me voy a ocupar en esta entrada: “El dequeísmo y el queísmo”. Imagino que sabéis en qué consisten, recordemos:
-Dequeísmo, concepto que se usa para nombrar la utilización indebida de la preposición “de” junto a la conjunción “que” en una misma oración. Suele ocurrir al combinar un complemento del régimen verbal con un objeto directo. Por ejemplo: Mi hermana piensa de que vendrá Carlos. (Incorrecta). Debe escribirse: Mi hermana piensa que vendrá Carlos.
-QueísmoEs lo contrario al dequeísmo, es decir, suprimimos la preposición “de” cuando es necesaria delante del “que” en la oración subordinada. Por ejemplo: Estoy seguro que ganaremos la liga. (Incorrecta). Debe escribirse: Estoy seguro de que ganaremos la liga (es preciso utilizar la secuencia “de que”)

¿Cómo reconocer que fórmula es precisa en la oración? Utilizando uno de esos trucos” de los que he hablado que ayudan al escritor. Con el que os voy a comentar podréis identificar qué secuencia debemos usar en nuestra frase para no cometer ni dequeísmo ni queísmo; para ello debemos convertir nuestra oración principal en interrogativa, es decir, preguntar al verbo principal, por ejemplo: Mi amigo cree de que soy un buen futbolista. ¿Está bien o mal construida nuestra frase? Preguntemos al verbo principal: ¿Qué cree mi amigo? Observad que la pregunta carece de preposición “de”, por tanto sobra “de”. Veamos el caso contrario, ejemplo: Me acuerdo que tu hermano viene mañana. Al preguntar necesitamos la preposición “de”, pues lo haríamos así, ¿De qué me acuerdo? En este ejemplo tendríamos que añadir a nuestra frase la preposición “de”, ya que la pregunta exige “de”.

Espero os ayude. Gracias por vuestra visita.