miércoles, 25 de febrero de 2015

Poner el "FIN" a una novela.

Estoy a punto de concluir mi segunda novela, bueno, realmente la he acabado, pero poner la palabra «Fin» me es difícil. ¿Por qué? Pues, sobre todo, por considerar si mi relato merece exponerse al público tal cual está desarrollado. Naturalmente que lo he revisado, no una, más de una vez, pero siempre me queda la duda del rigor literario en cuanto a expresiones, gramática e hilo conductor. Soy consciente de que los escritores, por muy insignificantes que seamos, no debemos actuar a la ligera, como si todo valiera, debemos respeto a los lectores y esto se debe plasmar en nuestros escritos.  Sin embargo, voy a confesaros que algo más se añade a esa imposibilidad de poner el punto final, y es el apego que tengo a los personajes. Me ocurrió con mi primera novela y ahora me vuelve a suceder con la segunda. No sé si entre los que visitáis el blog hay escritores, bueno sé que algunos sí lo sois, y me pregunto si os sucede lo mismo, que os encariñáis con los protagonistas de vuestras historias y teméis decirles adiós; nos han confiado tantas cosas... Alguien puede estar pensando que soy yo la que imagino lo que harán o dejarán de hacer los personajes y no parece lógica mi sensación de cómplice de estos, pero a veces mi impresión es que son ellos los que me dirigen en el desarrollo del relato. Hoy he terminado una nueva revisión, estoy de acuerdo con lo que he escrito, me gusta y creo que merece el «Fin». 
Por M. Carmen Rubio Bethancourt

sábado, 14 de febrero de 2015

San Valentín




14 de febrero, día de los enamorados. Fecha que, aunque pienso que es más comercial que otra cosa, no está de más celebrar, por tanto, felicidades a los que tenéis el corazón ocupado. Y no es para menos, pues confluyen tantas sensaciones cuando amamos que difícilmente no sientas la vida recorrer cada palmo de tu cuerpo. Con el brevísimo escrito que expongo a continuación, creo que describo lo que intento decir.

Irracional
Dejé de quererte. Y no sé qué es peor, si haberte amado o dejar de hacerlo, pues antes mi corazón sentía y ahora sin ti parece muerto.

©M. Carmen Rubio Bethancourt