(Jovenes leyendo, Pierre Renoir)
Los que amamos narrar historias tenemos una
inestimable ayuda con los recursos tecnológicos de hoy en día, tal es el caso
de los procesadores de textos o las consultas a la carta, vía Internet, con las
que documentar nuestro proyecto, si éste lo requiere. Pero algo más se ha
puesto a nuestro alcance: publicar, ya que páginas webs tipo Amazon, Lulu,
Bubok…, han hecho posible que miles de autores desconocidos, o sea, mi caso, tengamos la opción de exponer al
público nuestras obras. Habrá quien piense que este tipo de edición no es seria
o que las obras que muestran esos escaparates digitales no tienen calidad, sobre
el último aspecto de mi suposición imagino que habrá de todo, obras buenas,
pasables y malas. Pero ¿de qué otro
modo un autor no conocido, no famoso, sin un currículum literario de peso,
puede entrar en el difícil mundo de las editoriales convencionales? Salvo
excepciones, los nuevos autores tenemos escasas posibilidades de publicar y
debido a ello, intuyo, habrá miles de obras de gran valor que habrán quedado encerradas
en un cajón, precisamente por eso, por no tener forma de salir al mercado. Por
fortuna, llegó Amazon y todas las plataformas que han seguido su modelo de
publicación. Naturalmente no es lo mismo para el escritor tener el respaldo
de una editorial de las de toda la vida, pues se verá privado de corrección de
texto, a la que tienen acceso los autores publicados por la vía tradicional, marketing y promoción de la obra, etcétera, etcétera… Sin embargo, a pesar de
las desventajas con que nos encontramos los autoeditados, estas webs nos
brindan la opción de que alguien, que no sea nuestra madre o amigo, nos lea,
porque estas plataformas no valoran la obra o cuestionan al autor, estas webs,
simplemente, exponen y dejan el oficio de juzgar a los lectores. Porque serán ellos, al fin y al cabo, los que harán famoso a uno u otro libro. No
creo que las plataformas de autopublicación hayan ideado algo perjudicial al
panorama literario, precisamente opino lo contrario, con lo que expreso mi
total apoyo a estas webs que, para mí, lo único que han hecho es idear una
nueva manera de editar: la de exponer y dar a elegir a los lectores. Perfecta
combinación y buena manera de que una buena historia sea tenida en cuenta por
todos.
M. Carmen Rubio Bethancourt