Imagen de la película "El ladrón de palabras"
El impulso de escribir nace desde dentro, y lo sé bien porque
lo padezco, hay una necesidad de contar, de expresar sentimientos, opiniones,
historias. Pero hacerlo requiere tener en cuenta unas reglas: las ortográficas
y gramaticales. Reconozco que en ciertas ocasiones soy víctima de tales pautas
y cometo errores que, en la medida de lo posible, intento subsanar, aunque el
autor no es buen juez de sus obras, no posee la distancia del lector. Sin
embargo, hay ciertos "trucos" que ayudan a minimizar algunos de esos "lapsus" que a
veces se nos escapan, por nombrar un par de ellos, y de los cuales me voy a
ocupar en esta entrada: “El dequeísmo y el queísmo”. Imagino
que sabéis en qué consisten, recordemos:
-Dequeísmo, concepto que se usa para nombrar la utilización indebida de la preposición “de” junto a la conjunción “que” en una misma oración. Suele
ocurrir al combinar un complemento del régimen verbal con un objeto directo. Por
ejemplo: Mi hermana piensa de que vendrá
Carlos. (Incorrecta). Debe escribirse: Mi
hermana piensa que vendrá Carlos.
-Queísmo: Es lo contrario al dequeísmo, es decir, suprimimos la preposición
“de”
cuando es necesaria delante del “que” en la oración subordinada. Por
ejemplo: Estoy seguro que ganaremos la
liga. (Incorrecta). Debe escribirse: Estoy
seguro de que ganaremos la liga (es preciso utilizar la secuencia “de que”)
¿Cómo reconocer que fórmula es precisa en la oración?
Utilizando uno de esos “trucos” de
los que he hablado que ayudan al escritor. Con el que os voy a comentar podréis
identificar qué secuencia debemos usar en nuestra frase para no cometer ni
dequeísmo ni queísmo; para ello debemos convertir
nuestra oración principal en interrogativa, es decir, preguntar al verbo
principal, por ejemplo: Mi amigo cree de
que soy un buen futbolista. ¿Está bien o mal construida nuestra frase? Preguntemos al verbo principal: ¿Qué cree mi amigo? Observad que la pregunta carece de preposición “de”, por tanto sobra “de”. Veamos el
caso contrario, ejemplo: Me acuerdo que
tu hermano viene mañana. Al
preguntar necesitamos la preposición “de”,
pues lo haríamos así, ¿De qué me acuerdo?
En este ejemplo tendríamos que añadir a
nuestra frase la preposición “de”, ya que la pregunta exige “de”.
Espero os ayude. Gracias por vuestra visita.
Muy interesante y útil, pues siempre viene bien refrescar conceptos. Efectivamente, todos (o casi todos) cometemos algún error gramatical, aunque sea muy de vez en cuando, y estos consejos (y sobre todo esos truquillos) nos ayudan a pulir nuestra forma de escribir y mejorar el estilo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias a ti, Josep Mª. Es un placer encontrarte por aquí y leer tu amable opinión. Recibo y te envío mi abrazo.
ResponderEliminarPaseando por blogs antes de ir a domir, sana costumbre últimamente adquirida, me topé con el tuyo y con este artículo en especial. Muchas gracias Carmen, voy a tener siempre en cuenta el truco y seguramente volveré a visitarte.
ResponderEliminarMuchas gracias, Eduardo, por tus amables palabras y tu visita.
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