"La lectora", Fragonard, 1770-1772
En esta ocasión voy a exponeros un microrrelato dedicado a todas las personas que aman la lectura. Porque imagino que, al igual que me ocurre a mí, entrar en los libros es algo más que distraernos con una historia, es ser parte de ella.
Pura magia
Al llegar la noche, un bostezo sirvió a la
muchacha para despedirse de la tediosa rutina del día. Con cierta añoranza por
haber dejado a los Buendía y a Macondo la velada anterior, la joven se
recostaba sobre la cama de su habitación y tomaba de una mesita, próxima a
ella, el nuevo libro que le habría de llevar una vez más a la aventura. Entre
almohadones y mantas acogedoras, una luz cálida le dejaba ver el comienzo de
las primeras líneas de la obra: ‹‹Eran las cinco de una madrugada de
invierno en Siria. En la estación de Alepo estaba estacionado el tren que las
guías de ferrocarriles designan pomposamente como el Taurus Express.» Con el corazón anhelante de emociones, la chica
se sumergía poco a poco en el relato y empezaba a apoderarse, prácticamente sin
darse cuenta, del alma de los personajes, a uno de ellos, incluso, le atribuyó su apariencia. Traicionada por el sueño, quedó, como siempre, enredada en la
historia.
© 2016 M. Carmen Rubio Bethancourt
Ha sido al leerla por mí misma cuando la he disfrutado de verdad. Me parece mucho mejor que ayer, hoy he comprendido el relato mucho mejor.
ResponderEliminarMe encanta y la foto que has elegido también.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias, Leonor. La verdad es que a mí me pasa igual, disfruto más los relatos cuando los exponéis para leerlos por cada uno de nosotros. Un abrazo.
EliminarNo me extraña, con ese inicio, cualquier lector mínimamente sensible queda atrapado.
ResponderEliminarEl inicio de una novela tiene que ser lo más impactante o, por lo menos atrayente posible y eso lo es, como lo es este microrrelato tan bien narrado.
Un abrazo.
Muchas gracias, Josep. Los inicios son muy importantes en cualquier relato, es lo que nos engancha a la historia. Un abrazo.
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