En este microrrelato intento exponer una decisión fundamental para nuestra vida, pero que provoca una situación embarazosa de no llevarse a cabo como se espera.
Pensamientos inoportunos
Apenas faltaban unos minutos para que les declararan
marido y mujer y a Marta se le llenaba la cabeza de una impertinente duda: ¿deseaba
casarse? Y entre divagación y divagación un rápido vistazo a los invitados, a
esos que cuando oyeran un posible «no» de sus labios la pondrían verde. Con qué
cara de lelos la contemplaban, parecían estar presenciando la llegada del mejor
estado en el que pueden encontrarse una mujer y un hombre, y lo paradójico del
caso es que más de la mitad de ellos estaban divorciados. Llegaba el momento
crucial, la temible pregunta: «Carlos, ¿Quieres recibir por esposa a Marta,
prometes serle fiel tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la salud
como en la enfermedad, amándola y respetándola durante toda su vida?» «No, no
quiero, lo siento» Las lágrimas y una risa nerviosa asomaron al rostro de
Marta. Fue una suerte para la joven que todos imaginaran que la invadían el
dolor y la tristeza.
©M. Carmen Rubio Bethancourt
Muchas veces se hacen cosas importantes para nuestra vida, por aquello del "Qué dirán"
ResponderEliminarNo siempre es fácil ser valiente. Un relato para reflexionar. Un besito
Hola Mercedes, gracias por tu amable comentario y visita. Pues llevas mucha razón, el qué dirán hace mucho daño en nuestras vidas.
EliminarNo lo tenía muy claro.
ResponderEliminarPienso q esperó mucho para su decisión.
Pero más vale tarde q nunca.
Te contaré....
Tenemos q hablar de tu segundo apellido..jjjj...es moito !
Hola Fernando, gracias por tus comentarios y tu visita. Pues sí, más vale tarde que nunca. Y cuando quieras me hablas de mi segundo apellido, algo sé de él, pero estoy deseando me descubras lo que encierra detrás de sí.
EliminarNo lo tenía muy claro.
ResponderEliminarPienso q esperó mucho para su decisión.
Pero más vale tarde q nunca.
Te contaré....
Tenemos q hablar de tu segundo apellido..jjjj...es moito !
Se me escapó mi comentario cuanto estaba a punto de terminarlo y de publicarlo. No sé si te habrá llegado incompleto o no te habrá llegado. En todo caso, intentaré reproducirlo:
ResponderEliminarDecía que debió resultar un alivio para la novia que él se le adelantara. De este modo, él será quien recibirá todos los reproches y acusaciones de traición. Mientras, ella adoptará el papel de victima habiéndose también salido con la suya.
Preguntaba también si mi interpretación es correcta pues los comentarios que preceden al mío no parecen apuntar hacia este blanco.
De todos modos, sea como sea, me ha gustado mucho y creo que deberías prodigarte más.
Si finalmente te llegó mi primer comentario, lamento la duplicidad pero quería asegurarme que lo recibías.
Un abrazo.
Hola Josep, pues sí, amigo, tu interpretación es correcta. Me alegra que te haya gustado y, sobre todo, tenerte por aquí de visita, me resulta siempre muy reconfortante encontrarte. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu microrelato, M. Carmen.El tema da mucho de sí, en los años sesenta ya estuvo de moda la canción "Blanca y radiante va la novia..." Y es también un capítulo de mi novela El amargo sabor de la miel. Pero tú le das un toque original al ser él el que no quiere y no se casa. En la canción y en mi novela la novia dice Sí aunque amaba a otro. Te envidio tu capacidad creativa pues decir tanto en tan pocas líneas como exigen los microrelatos es una asignatura que no se me da bien. Felicidades. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti, Juan, por visitarme y tus amables palabras. Y posiblemente porque no te pones a ello, porque seguro que consigues realizar buenos microrrelatos. Un abrazo, amigo mío.
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