martes, 24 de mayo de 2016

Microrrelato en segunda persona: Unión imperfecta


El matrimonio Arnolfini, de Jan Van Eyck

Esta nueva entrada es fruto de un ejercicio literario (tenía que componer un pequeño relato narrando en segunda persona, es decir, como si lo estuviera expresando directamente al lector, aunque éste no sea su destinatario), pero excepto para cartas o mensajes privados no es el modo en el que me gusta contar historias. Sin embargo, es bueno enfrentarse a este tipo de retos que ni siquiera se te pasan por la mente. A ver qué os parece mi pequeña reprimenda a esos compañeros y compañeras sentimentales que no nos hacen ni caso.

Unión imperfecta

Me echas la culpa de nuestra separación y te atreves a decir que no he puesto nada de mi parte por continuar, ¡qué risa me da! ¿Sabes la de días y noches que he llorado tu indiferencia? No, no lo sabes, ¿cómo ibas a darte cuenta si apenas me mirabas y apenas me escuchabas? Pero, claro, a todo se acostumbra uno, en mi caso, a no necesitarte. ¡Ah!, antes de marchar, si te duele tener que limpiar la casa, planchar la ropa, hacer tu almuerzo o la cena..., no te preocupes, hay mucha demanda laboral para ejercer este tipo de tareas.   

©M. Carmen Rubio Bethancourt


5 comentarios:

  1. Pues te ha quedado muy bien. Yo no recuerdo haber usado jamás la segunda persona; o bien la primera, o modo de confesión o reflexión, o (más frecuentemente) la tercera, como narrador.
    Un abrazo.

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    1. Hola Josep, pues me alegra tu opinión. A mí me gusta narrar sobre todo en primera persona, pero la tercera da más juego a otros personajes, la segunda no me llena demasiado para lo que me gusta hacer: contar relatos. Gracias por visitarme, un abrazo querido amigo.

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  2. Todo un reto superado.
    Con un fondo muy actual.
    Maravillado me has !
    Saludos compi tertuliana.
    Siempre aprendo de Vos.

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    1. Gracias, Fernando. Tú siempre tan amable y gran pozo de sabiduría.

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  3. No es un relato exclusivo en segunda persona

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