viernes, 12 de agosto de 2016

Antes de que sea tarde

Imagen de la pelicula "El árbol de la vida"

El microrrelato de esta nueva entrada de mi blog saltó a mi imaginación después de ver una película, "El árbol de la vida", con Brad Pitt entre sus protagonistas. La historia versa sobre una familia y la pérdida de un ser querido en el seno de ésta. Durante el largometraje, una parte de su argumento gira en torno a la añoranza y el remordimiento de no haber hecho algo más por ese ser para empaparnos de él y ser felices juntos. Porque siempre ocurre lo mismo, llegamos demasiado tarde a estas conclusiones. A ver si sé expresar con esta composición lo que afirmo.

Antes de que sea tarde

Volvemos a hacernos daño, amor. Nuestras vidas son simples caricias del tiempo y nos empleamos a fondo en destrozar lo que podría ser maravilloso en tan efímero espacio de vida; el supuesto perdón nos hace ser sumamente bravucones. Hoy me ha dado por pensar en el mañana, amor, en ese mañana en el que uno de los dos habrá abandonado, irremediablemente, al otro para siempre. Me ha dado terror, amor, un terror que ha amargado mi saliva y ha helado mi sangre, tal como tú lo sientes ahora, lo percibo en tu mirada. Por eso, no nos hagamos daño, amor, y aferrémonos a la dicha antes de ser eternamente aire.

© M. Carmen Rubio Bethancourt

domingo, 3 de julio de 2016

Lo irracional del racismo



Como tema para una de las tertulias literarias a las que asisto se propuso "El racismo". Mi aportación ha sido la que ahora expondré en forma de microrrelato, naturalmente me mueve mi repulsa a este tipo de ideología que no tiene fundamento lógico ni natural.


Y Dios creó al hombre

«Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza», Génesis 1:26. Fue ésta una creación tan especial que la dotó de características exclusivas para que pudieran esparcirse y vivir en cualquier lugar del planeta, entre ellas una pigmentación que se tornaba más o menos clara según tolerasen los rayos del ardiente sol. ¿Cómo habría de imaginar el creador que esa admirable cualidad provocaría los odios más profundos entre sus criaturas? No, era absurdo creer en ello, la raza humana era su obra más perfecta, la más inteligente, la que estaba predestinada a permanecer. Debía cerciorarse. El creador lloró ante la evidencia y se le oyó decir: «¡Estúpidos!»

©M. Carmen Rubio Bethancourt

martes, 21 de junio de 2016

Pensamientos inoportunos


En este microrrelato intento exponer una decisión fundamental para nuestra vida, pero que provoca una situación embarazosa de no llevarse a cabo como se espera.

Pensamientos inoportunos

Apenas faltaban unos minutos para que les declararan marido y mujer y a Marta se le llenaba la cabeza de una impertinente duda: ¿deseaba casarse? Y entre divagación y divagación un rápido vistazo a los invitados, a esos que cuando oyeran un posible «no» de sus labios la pondrían verde. Con qué cara de lelos la contemplaban, parecían estar presenciando la llegada del mejor estado en el que pueden encontrarse una mujer y un hombre, y lo paradójico del caso es que más de la mitad de ellos estaban divorciados. Llegaba el momento crucial, la temible pregunta: «Carlos, ¿Quieres recibir por esposa a Marta, prometes serle fiel tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad, amándola y respetándola durante toda su vida?» «No, no quiero, lo siento» Las lágrimas y una risa nerviosa asomaron al rostro de Marta. Fue una suerte para la joven que todos imaginaran que la invadían el dolor y la tristeza.

©M. Carmen Rubio Bethancourt

martes, 24 de mayo de 2016

Microrrelato en segunda persona: Unión imperfecta


El matrimonio Arnolfini, de Jan Van Eyck

Esta nueva entrada es fruto de un ejercicio literario (tenía que componer un pequeño relato narrando en segunda persona, es decir, como si lo estuviera expresando directamente al lector, aunque éste no sea su destinatario), pero excepto para cartas o mensajes privados no es el modo en el que me gusta contar historias. Sin embargo, es bueno enfrentarse a este tipo de retos que ni siquiera se te pasan por la mente. A ver qué os parece mi pequeña reprimenda a esos compañeros y compañeras sentimentales que no nos hacen ni caso.

Unión imperfecta

Me echas la culpa de nuestra separación y te atreves a decir que no he puesto nada de mi parte por continuar, ¡qué risa me da! ¿Sabes la de días y noches que he llorado tu indiferencia? No, no lo sabes, ¿cómo ibas a darte cuenta si apenas me mirabas y apenas me escuchabas? Pero, claro, a todo se acostumbra uno, en mi caso, a no necesitarte. ¡Ah!, antes de marchar, si te duele tener que limpiar la casa, planchar la ropa, hacer tu almuerzo o la cena..., no te preocupes, hay mucha demanda laboral para ejercer este tipo de tareas.   

©M. Carmen Rubio Bethancourt


viernes, 13 de mayo de 2016

La primavera.



Puente Japonés, Monet

He de reconocer que, a pesar de las alergias y los cambios de tiempo tan inesperados, la primavera despierta en mí la vitalidad perdida durante el invierno, es como si sacudiera mi letargo y necesitara respirar todo lo que nace y renace de manera tan impulsiva y atrayente. Radiante y hermosa la primavera se pavonea con sus deslumbrantes colores y encandila a todos provocando que nuestros corazones se llenen de esperanza y precisen de amor. ¡Ay, amor! ¿Habrá estación más hermosa para sentirlo y verlo despertar? Espero que os guste este microrrelato.


Amor adolescente

Brotaban las flores desparramando sus vivos colores e inundado el mundo de arcoíris. Y en aquel entorno maravilloso y atiborrado de aromas dos jóvenes de quince años, ella y él a punto de descubrir el contacto de sus labios animados por el recién nacido amor que experimentaban. Todo surgía, todo era comienzo, todo era primavera. Jamás tendrían un escenario más hermoso, jamás sentirían un amor más puro, jamás serían tan bellos.

© M. Carmen Rubio Bethancourt

viernes, 1 de abril de 2016

"Perdón"

Playa de Camposoto, San Fernando, Cádiz

En esta ocasión voy a publicar dos microrrelatos que tratan sobre el perdón. Fue el último tema de la tertulia literaria en la que participo. Lo cierto es que da para un buen debate, y lo hubo en la reunión, no son pocos los puntos de vista que existen sobre este asunto. Yo me adherí a la idea de que perdonar requiere de un requisito, no guardar rencor; olvidar no creo que sea posible, nuestra memoria no es selectiva. En los pequeños relatos que os muestro expreso más que nada lo difícil que me parece dar el perdón a quienes nos han dañado, y, por supuesto, cuanto se pierde al no hacerlo. 


Perdón I

El anciano suplicaba a su mujer su perdón, era lo único que necesitaba para tener una vida eterna plena. Su esposa se resistía, habían sido tantos años a su lado soportando la dictadura del grito, el abuso y la sinrazón. Todos habían cedido, todos menos ella. Alguna mirada le recriminaba su actitud intransigente, pero tampoco a la señora le quedaba demasiado, no tenía por qué ser ella la que condenara su alma con una mentira.

©M. Carmen Rubio Bethancourt

Perdón II

Te concedo mi perdón, pero no olvido, ni pienses que cesa de sangrar mi herida, es más, quedará en mi cuerpo marcada para siempre. Me dices que el amor es capaz de cualquier cosa, te digo que quien ama es imposible que lastime como tú lo has hecho.

©M. Carmen Rubio Bethancourt

Perdón III

Mi orgullo me impedía perdonarte, no era fácil correr un tupido velo a  tu traición. Y veía en tus ojos el arrepentimiento, lo reconocía en ellos, sin embargo, no cedí. Hoy muero cada día entre lágrimas por perderte.

©M. Carmen Rubio Bethancourt

domingo, 21 de febrero de 2016

"Recuerdos"


Vista de la Alameda, Cádiz

Os voy a mostrar unos microrrelatos que realicé para leer en una tertulia en la que participo, "Tertulia puerta abierta a la imaginación". Están dedicados a los recuerdos, tema propuesto para la jornada. El primero de ellos "Eterna juventud" expresa la idea de los recuerdos como algo positivo; un sabor, un olor, un beso... pueden transportarnos y hacernos sentir lo que fuimos. En cuanto al segundo, "Punto y final", es todo lo contrario, refleja lo negativo de anclarnos en el recuerdo de algo que creemos desagradable, simplemente porque no nos dejará avanzar o mirar al futuro con esperanza. A ver qué os parecen.


Recuerdos: Eterna juventud


¿Te parece increíble que a mis años tenga en mi mirada la luz de una chiquilla, que mi corazón palpite bravío y mi piel se erice como una quinceañera? ¿Acaso no recuerdas al besarnos a los jóvenes que se amaron por vez primera? Créeme, amor, no hay mejor viaje en el tiempo.

©M. Carmen Rubio Bethancourt


Recuerdos: Punto y final


Apareces de repente, después de días sin verte y sin saber de ti. Cuántas lágrimas. Me pides que te bese, que te abrace, deseas hacerme tuya. No puedo, tu desidia ha logrado vaciar mi alma. ¿Te enfurece? Peor es mi condena, tu recuerdo no me permitirá amar.

©M. Carmen Rubio Bethancourt